domingo, 13 de enero de 2013

El aullido que no se escucha

Nunca pensé que mi primera entrada (válida) de este año fuera un tema como éste, pero es que me inquieta de verdad.

Como varios habrán escuchado/leído, ya sea aquí o aquí, hoy se cometió un Biocidio en mi ciudad, Punta Arenas.

Y el hecho ha levantado mucho revuelo, unos a favor de las víctimas (cerca de 15 perros), otros, haciendo notar el hecho que la opinión pública se alerta sobre esto, en lugar de hacerlo por delitos contra otros seres humanos. Las opiniones son divididas y para gustos, mil colores. No es mi intención, ni mucho menos, juzgar aquí qué es importante y qué no lo es. Sólo poner un punto en claro: Lo ocurrido hoy no solo es RESPONSABILIDAD del autor material, o del autor intelectual o qué se yo. Aquí, la responsabilidad la tenemos TODOS

Porque claro, es fácil tirar la pelota para un lado y para otro: Que la culpa de los perros abandonados es de la gente que los abandona; que la culpa es de la gente que les da comida en la calle; que los animalistas que no permiten accionares "legales"; que el gobierno que no se pone los pantalones. La responsabilidad es de todos. De todos, porque los adultos educamos a los niños, y ellos a su vez, educarán a sus hijos y todo será un círculo vicioso si no aprendemos a SER RESPONSABLES. 

Tener un perro no es una moda o un "derecho"; invitar a un can (porque de los gatos no hablaremos hasta que sean "plaga" también) a vivir con usted, es una RESPONSABILIDAD. Es igual que tener un hijo. Y no, no se alarme por la comparación, porque es así. Usted asume que tiene un hijo, que tiene que brindarle salud, protección, educación, alimentación, cariño, un lugar donde vivir, etc. Su perro es como su hijo pequeño. No de sangre, si no en responsabilidad. 

Si su casa es chica, si su patio no es grande, si su sueldo no le alcanza para la comida o para el veterinario, y disculpe la arrogancia, pero por favor, NO TENGA UN PERRO. Y si ya lo tiene en su poder, por favor, búsquele un hogar donde sí puedan mantenerlo. Nadie, repito, nadie le pone una soga al cuello para adoptar/comprar un perro si usted NO PUEDE. Recuerde que no es un objeto, que no viene con garantía y que no es reembolsable. Nunca he entendido por qué la gente cree que tener un perro es una obligación; o sea, quizá no lo vean así, pero es lo que a mi me parece. Tienen un perro como tienen una TV. Porque todo el mundo lo tiene.

En este tema las soluciones "parche" (las eutanasias, las matanzas) no sirven. E incluso la esterilización no es nada si no se acompaña de EDUCACIÓN. Porque es esa la base de todas las cosas. El respeto a la vida ajena, sea cual sea la forma que ésta tenga; el respeto a tu prójimo, sea que camine en 2 ó en 4 patas; el compromiso que contraes con tu mascota, que es un amor incondicional para toda la vida; la elección de la mascota adecuada, porque querámoslo o no, hay razas que son menos aptas que otras, para las personalidades de las personas (valga la redundancia). No hay razas peligrosas per se, hay genética seleccionada y dueños inadecuados. 

Sería apropiado normar este tema también: examen psicológico, impuestos/multas para quién tenga un perro de las llamadas "razas peligrosas" sin registro o esterilizado; que cada cachorro salido de un criadero, y cuyo destino no sea la reproducción (dicho sea de paso, en otro criadero) sea esterilizado tempranamente. Quizá las cosas cambiarían, ¿no?


Si varias municipalidades han puesto dineros en campañas de esterilización masivas a costo cero o mínimo costo (en las que yo misma he participado tanto en Temuco, Loncoche, Rio Negro, Osorno, Punta Arenas y San Pedro de la Paz), ¿por qué sigue esa reticencia de la población a castrar a sus animales? En varias oportunidades pregunté a las personas sus razones (y sí, debo reconocer, más de una vez, hasta que me contestaran), me di cuenta de toda la base cultural que arrastramos (y por ello soy tan categórica en el tema educacional): que "no, porque mi perrito va a ser menos 'hombre'", "sea va a hacer 'Gay'", o "es que mi perrita quiere/tiene que ser mamá"... No sigo, porque la verdad, creo que mi punto queda demostrado.

Y además, como si no fuera poco, está ese clasismo tan típico, ¡que hasta los perros les toca! Que "mi perro es 'poodle'" (cuando, seamos sinceros, lo miramos y da para "pudul" no más), o "es cocker con maltés" (¡¡¡Cocker con Maltés!!! ¡Habráse visto! Y espero de corazón, que el cocker sea la hembra). Si el perro es o no de raza, tiene los mismos derechos, por si no lo sabe señora o señor (porque me ha tocado cada dueño... tiene 2 o más perros, y el único con carné y vacunas al día es el de raza...).

Y, como de todo hay en la viña del Señor, para todo aquel que se dedica a trabajar en pro de los caninos, en la medida que sea (responsablemente, claro está), ¡FELICITACIONES! Por favor, demúestrenme que es posible volver a creer en la humanidad, que he visto cada situación, que francamente, ganas no me quedan.



2010 Canil Temuco (C) Paulina Bahamonde


~AkoMi.